niponica

2022 NO.32

Menu

Japón: una cultura sustentada en la madera

2


Técnicas tradicionales de construcción transmitidas a través de los tiempos

Techos artísticos hechos con capas de corteza de árboles

La arquitectura tradicional japonesa emplea varios métodos para construir los techos, incluyendo tejas de cerámica, techos de paja de hierba de pastos japoneses o juncos, y tejas de madera de cedro japonés y ciprés sawara. De estos, el techo hiwada buki, hecho con capas de corteza de ciprés japonés, requiere una notable técnica exclusiva de Japón.

Para esta técnica, se utiliza la parte exterior de la corteza de un ciprés japonés de unos 100 años de antigüedad. La corteza es extraída por unos especialistas llamados motokawashi, que insertan una palanca para descortezar en la base y separan la corteza desde abajo hacia arriba. Esto se hace sin dañar la corteza interior, de modo que la corteza exterior vuelve a crecer después de unos diez años y puede ser recolectada de nuevo.

Una vez que se separa la corteza, los artesanos cortan tiras de 75 cm por 15 cm y las extienden una a una. La tiras se colocan en capas a intervalos de 1,2 cm y se fijan en su sitio con clavos de bambú cada cinco capas más o menos. La elaborada repetición de complejas capas crea al final un elegante techo curvado, aunque grueso y sólido.

Como método sostenible de construcción que usa materiales de la naturaleza, esta técnica ha vuelto a ser muy valorada recientemente.

1. Techo hiwada buki del edificio del Santuario de Kumano Hongu Taisha (Foto: PIXTA)

2. Un motokawashi trepa a un árbol de más de 10 metros de altura para separar su corteza exterior.

3. Se usa una cuchilla especial para dar forma a la corteza.

4. Las cortezas de ciprés humedecidas con agua son colocadas una junto a otra.

5. Los techos de los edificios se construyen con gran precisión, usando diferentes técnicas de colocación según las diferentes partes del techo.
(Fotos 2–5: Sociedad Nacional para la Conservación de las Técnicas de Techado de Santuarios y Templos)

Técnicas de coloración que reproducen el aspecto del pasado

Colorear las tallas y pinturas arquitectónicas es un componente esencial de la restauración de edificios de templos y santuarios. El objetivo es reproducir el aspecto original de la construcción. Primero se analizan las condiciones de cada zona específica y se estudian las técnicas apropiadas. Cola, laca, pigmentos minerales y otros pigmentos naturales utilizados en la pintura japonesa se aplican para rellenar las zonas desprendidas y restaurar el diseño a su estado original. La coloración desempeña así también una función importante en los trabajos de restauración en cuanto a la protección de la madera.

Famosa por sus magníficas tallas, la Puerta Karamon del Templo de Nishi Hongan- ji fue restaurada por primera vez en unos 40 años; las obras de restauración se iniciaron en junio de 2018 y se desarrollaron a lo largo de un periodo de tres años y cuatro meses. (Foto: Templo de Nishi Hongan-ji)

Un artesano restaura una talla de una puerta. El análisis por fluorescencia de rayos X, la investigación de archivos y otros métodos se emplean para identificar los pigmentos que fueron usados en la construcción original de la puerta. (Foto: Instituto Kawamo de Investigación Artística)

Tabiques hermosos y sólidos hechos con elaboradas técnicas de trabajo en madera

En la arquitectura tradicional japonesa, los elementos arquitectónicos tategu, tales como puertas y ventanas, son considerados de tanta importancia como el edificio mismo. Son esenciales delicadas técnicas de trabajo en madera, que emplean paneles ligeros y finos, para hacer elementos que sean a la vez fáciles de usar y lo suficientemente fuertes como para soportar el continuado abrir y cerrar de todos los días. Solo las mejores maderas de ciprés, cedro, pino y zelkova, entre otras, con anillos de crecimiento pequeños y grano claro, son seleccionadas para prevenir el agrietamiento y la deformación una vez que los elementos hayan sido ensamblados. Los tategu restaurados por maestros artesanos son lo suficientemente resistentes como para durar cientos de años.

Shitomido instalado en el Templo de Daihoon-ji, construido hace aproximadamente 800 años (lado izquierdo de la foto). (Foto: Aflo)

Suzuki Tadashi, un maestro del trabajo en madera tategu, ha estado dedicado a la creación y reparación de elementos arquitectónicos tradicionales durante más de 60 años. Estos últimos años ha estado centrado en la transmisión de sus conocimientos a jóvenes carpinteros. (Foto: Sociedad Nacional para la Conservación de las Técnicas Tradicionales de Complementos Arquitectónicos)

Elaborando una celosía rectangular llamada shitomido para una ventana. No puede haber ningún margen de error en el trabajo del entramado. (Foto: Sociedad Nacional para la Conservación de las Técnicas Tradicionales de Complementos Arquitectónicos)