
2025 NO.37
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Recorriendo Japón
Floreciente como centro de comercio con el exterior, Sakai se convirtió en municipio autónomo en el siglo XVI. Esta rica cultura y espíritu emprendedor permanecen todavía en la ciudad.
Fotos: Kurihara Osamu, Aflo, PIXTA
El antiguo faro de Sakai se alza en el antiguo puerto de Sakai.
El Santuario de Hochigai, del que se cree que ejerce poder sobre los puntos cardinales, es visitado por personas que desean viajes y traslados seguros a nuevos lugares.
A unos 30 minutos en tren desde la Estación de Shin-Osaka, Sakai es la segunda ciudad más poblada de la prefectura de Osaka, después de la propia Osaka. Sakai es una de las principales ciudades industriales de la región de Kinki, con plantas de fabricación de última generación que bordean la zona costera, y cuenta con una larga historia de una rica cultura sustentada por el comercio exterior.
El nombre Sakai, que significa “frontera” en japonés, proviene de su ubicación en la frontera entre Settsu e Izumi, dos antiguas provincias administrativas de la región.
El Santuario de Hochigai se alza en el límite que divide a estas dos provincias, más una tercera, Kawachi, y es venerado como un espacio sagrado que no pertenece a ninguna de estas provincias ni está vinculado a ninguna dirección.
Al sur de Sakai se encuentran las Tumbas Mozu, que forman parte del Patrimonio de la Humanidad, compuestas por 44 túmulos funerarios construidos entre finales del siglo IV y principios del VI. Uno de ellos, el Daisenryo Kofun (Túmulo del Emperador Nintoku), de 486 metros de largo, es una de las tumbas más grandes del mundo. Esta zona era un estratégico nudo de transporte en el camino hacia la capital, más al este, por el que viajaban muchos emisarios de países extranjeros. La majestuosa vista de estos túmulos funerarios habría servido como poderosa manifestación de la fuerza de la nación.
El biombo Nanban Byobu describe el bullicioso ambiente de este centro de intercambios internacionales. (Foto: Museo de la Ciudad de Sakai)
Alrededor del siglo XV, Sakai se convirtió en un puerto comercial para navíos procedentes de China, al que también llegaron barcos portugueses y españoles en el siglo XVI. La ciudad se convirtió en un centro internacional lleno de visitantes extranjeros. Los mercaderes que hacían fortuna con el comercio gobernaban la ciudad, y Sakai floreció como un municipio autónomo lleno de vitalidad y caracterizado por un espíritu libre. Este pasado es evidente en pinturas y otras imágenes de la época, y el centro turístico cultural Sakai Plaza de Rikyu y Akiko presenta la historia y la cultura de la ciudad con unas instalaciones de realidad virtual que permiten a los visitantes experimentar virtualmente el paisaje urbano y la vida cotidiana tal y como se vivía en aquella época.